La cistoscopia es un procedimiento que permite al urólogo ver en detalle el interior de la vejiga y la uretra.

¿Por qué se realiza una cistoscopia?

Suele utilizarse para constatar y ver las características propias de cualquier causa de hemorragia u obstrucción de la uretra, o cualquier anomalía de la vejiga y su revestimiento.

¿Cómo se realiza la cistoscopia?

La cistoscopia suele realizarse como procedimiento ambulatorio. Antes del procedimiento, usted vaciará la vejiga. A continuación, se le colocará en una mesa de exploración. Se puede utilizar un anestésico local líquido o en gel en la uretra. La cistoscopia dura de media entre 5 y 10 minutos.

El cistoscopio se introduce en la vejiga a través de la uretra. El cistoscopio es un tubo delgado e iluminado con lentes, flexible, que genera una leve molestia en los hombres a pasar por la próstata, que no llega a ser dolor, pero algunos pacientes prefieren una sedación anestésica para su comodidad. Se infunde agua o solución salina a través del cistoscopio en la vejiga. A medida que el líquido llena la vejiga, la pared vesical se estira para que el urólogo pueda ver con claridad.

¿Cuáles son los resultados de la cistoscopia?

La pared de la vejiga debe aparecer lisa, y la vejiga debe tener un tamaño, forma y posición normales. No debe haber ninguna obstrucción. Si algún tejido parece anormal, se puede utilizar el cistoscopio para extraer una pequeña muestra.

Después de la cistoscopia

Después de retirar el cistoscopio, la uretra obviamente cursara con una leve irritación y puede tener una sensación de ardor o molestia durante un máximo de 24 a 48 horas. Es posible que al principio encuentre algo de sangre en la orina, pero esto debería desaparecer en un plazo de 12 a 24 horas. Si sigue teniendo dolor, o si tiene fiebre o su orina es de color rojo intenso, informe a su médico.